El trabajo seguirá existiendo, aseguran los
especialistas, pero bajo una nueva piel.
De aquí a
diez años, anuncian serán radicales los cambios que los argentinos tendrán en
su forma de trabajar.
Los vientos
de la globalización no solo barrerán el empleo de por vida. También aumentarán la
incertidumbre del trabajador y acelerarán en el caso de los empleados su
rotación por diferentes empresas.
Parte de los
hoy asalariados se convertirán en prestadores de servicios free lance. Y en tanto la tecnología siga avanzando al ritmo actual, el
empleo seguirá disminuyendo por el lado de la industria para aumentar con más fuerza por el lado de los servicios.
El empleo no
sobrará, y aunque la desocupación ceda, el nuevo mundo del trabajo será
tan inestable y competitivo que la calificación y la capacitación serán las herramientas más seguras y únicas garantías de
empleo.
El puesto de trabajo se trasladará a casa. Las empresas
pondrán terminales en el domicilio de los usuarios. Los teletrabajadores
tendrán la posibilidad de escoger el tipo de trabajo y el empleo en diversas
empresas.
Según los
últimos datos de la Organización internacional del Trabajo (OIT), el
trabajo desde el hogar o teletrabajo ya agrupa al 30% de los argentinos.
En la era de
la flexibilidad laboral, las
empresas aceptan a aquellos empleados que quieran trabajar desde su casa. Por
eso implementan ésta modalidad en tareas de diversos tipos (administrativas,
comerciales o científicas). De esa forma ahorran espacio físico, electricidad, teléfono, tiene una tasa menor de
ausentismo y gastan menos en papel y en café.
Además la productividad de los teletrabajadores supera en un 20% a la de los
empleados comunes; ya que estar en casa ayuda a concentrarse mejor y el
sentimiento de independencia actúa como motor laboral. Los sueldos suelen ser
iguales para los que van a la oficina que para los que no van, aunque hay
empresas que pagan un salario menor, porque el teletrabajo es
voluntario y lo consideran una opción.
La ventaja
para los empleados a distancia es que no tienen horarios fijos y pueden
dedicarle más tiempo a su familia;
también gastan menos en ropa y cosméticos. Sin embargo el teletrabajo es para
los más disciplinados, deben ser ordenados y lograr separar su vida personal y
profesional.
Se calcula
que en los próximos 10 años alcanzará el 40% de la fuerza laboral.
Con la
tecnología actual se puede trabajar desde cualquier sitio, a cualquier hora. Se
están produciendo nuevas formas de trabajo, que ya no son teletrabajo, sino
WORK NOUVEAU, como el diseño de páginas web o
las instalaciones de redes de comunicación,
que van a crear nuevas profesiones.
Con los
instrumentos adecuados, cualquier profesional puede ahorrarse desplazamientos
accediendo a las bases de datos de la empresa.
En general,
los teletrabajadores son autónomos que realizan algún tipo de actividad
informática o relacionada con Internet,
desde crear páginas web hasta programas antivirus. Pero también hay
documentalistas, traductores, agentes comerciales y auditores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario